Gijón es una ciudad marinera, renovada, amable, divertida, desenfada, que ofrece al visitante la permanente presencia del Cantábrico en sus playas y acantilados, y un cinturón verde de suaves montañas que justifican su título de capital de la Costa Verde.
Si la primera razón para amar a una ciudad son sus gentes, en Gijón el forastero pronto se encontrará seducido. Esta ciudad, que abre hasta el amanecer, que vive al margen del clima y de los tópicos, que sabe sacarle partido a una botella de sidra compartida, que interpreta su música en la calle y acepta la lluvia cuando toca, tiene en la suavidad de sus veranos y en la alegría de sus fiestas el contraste que buscamos.
Asturias ofrece sus montañas y valles, sus bosques y ríos, sus 300 km. de costa, su cocina tradicional y actual, y sobre todo la amabilidad de sus gentes.